La Belleza ha vuelto

Los retratos de Aldai sobre mujeres anónimas que quedan sorprendidas, a la vez que encantadas, al ver su imagen por vez primera captada por una cámara: nunca podrían imaginar que serían retratadas en formato monumental en una exposición de arte organizada por un país europeo.

El libro Soutourá muestra a niñas y a madres jóvenes, pero también a mujeres mayores, algunas de las cuales podrían parecer prematuramente envejecidas según los cánones occidentales. Las primeras sonríen, posan y flirtean, mientras que los rostros severos y las miradas penetrantes de las segundas reflejan la autoridad vinculada a su papel de transmisoras de las tradiciones de las sociedades rurales. Algunas jóvenes lucen vestimentas de marcas propias de occidente (Chanel, Burberry), otras se han teñido su pelo de rubio, pero a todas, independientemente de su edad, les encanta adornarse el cabello. A pesar de las diferencias que separan a unas de otras, las tres generaciones de mujeres desprenden la misma elegancia en sus andares y posturas, que son el resultado, por lo menos en gran parte, de su labor como transportadoras de niños, de agua o de víveres. Este desfile diario de mujeres marca el ritmo de las tareas de la comunidad. 

La pose de las mujeres maduras es frontal y sus miradas son directas, prueba del carácter forjado por el tiempo, mientras que las jóvenes madres aparecen en perpetuo movimiento y son captadas de perfil.

Aldai ofrece así, una visión objetiva y libre de conflictos de la mujer contemporánea en su vida cotidiana, que precisamente vive en África. Los temas políticos, sociales y de género se dejaron de lado. La mujer africana se muestra al desnudo, en su esencia, y se presenta como la columna vertebral de su continente y como la máxima responsable de la elegancia espiritual. En definitiva, Ángel Luis Aldai ha creado una galería de retratos anónimos que tienen mucho que enseñar al mundo.

Catherine Coleman

Conservadora Dpto. Arte Gráfico Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid